La diatermia es un tratamiento el cual consiste en la transmisión de corrientes de alta frecuencia aumentando la temperatura del tejido a tratar.
¿Qué es la diatermia?
La diatermia consiste en aumentar la temperatura de los diferentes tejidos a través de la transmisión de corrientes de alta frecuencia. Es decir, aumentamos la temperatura introduciendo cargas eléctricas en el interior de los tejidos.
Este tratamiento se puede hacer con diferentes métodos, pero la forma más utilizada es a través de un electrodo. Con esto entendemos que es un proceso que se consigue a través de un dispositivo que genera ondas y las cuales enviamos a los pacientes mediante un electrodo.
Otro dato de interés es que la diatermia es el efecto condensador, el cual se produce por un sistema electromagnético que transfiere electricidad capacitiva y resistiva, de esto último hablaremos más adelante. Y a través la regeneración y el reequilibrio conseguimos una activación fisiológica.
Estamos hablando de una tecnología innovadora, ya que se puede utilizar a la vez: la terapia manual, el movimiento y la transmisión de corrientes de alta frecuencia.
Es un tratamiento que no es invasivo y que no causa ningún tipo de dolor.
En la diatermia según la frecuencia que utilicemos tendrá un efecto u otro. Es decir, según la frecuencia que utilicemos a la hora de realizar el tratamiento conseguiremos llegar a una profundidad de los tejidos diferente.
Nos encontramos con dos tipos de diatermia:
- Diatermia capacitiva. Esta lo que hace es calentar los tejidos más superficiales. A este tipo de diatermia también se le llama tecarterapia. Con este tipo conseguimos generar un flujo de corriente en el cual se encuentra la mayor densidad de la misma justo debajo del electrodo. Con esto lo que buscamos es que aumente el flujo sanguíneo para una continua renovación de los fluidos. La diatermia capacitiva es muy eficaz en tejidos con un porcentaje de agua elevado, como pueden ser los músculos.
- Diatermia resistiva. Por el contrario, este tipo de diatermia lo que hace es tratar los tejidos más profundos. Aquí además del electrodo usamos una placa de retorno. Dicha placa es colocada por nuestros fisioterapeutas en el lugar que vean conveniente y a través del electrodo se genera un flujo de corriente la cual va dirigida a dicha placa. Y de esta forma la corriente llega a tejidos más profundos. Y este caso la diatermia resistiva tiene mayor efecto, al contrario que la capacitiva, en los tejidos con un porcentaje de agua menor como puede ser los tendones o los ligamentos.
Sin olvidar que es una técnica o tratamiento que tiene una gran diversidad de aplicaciones dependiendo de gran variedad de parámetros que podemos utilizar.
¿Para qué sirve la diatermia en fisioterapia?
La diatermia es una de las técnicas más utilizadas en la fisioterapia. Esto se debe a que es una herramienta muy útil y fiable, ya que sus resultados son muy buenos. Además de que, como veremos más adelante, se puede utilizar en una gran variedad de patologías. También hay que señalar que no importa la dimensión de la zona a tratar, ya que se pueden ser tratadas tanto zonas grandes como pequeñas.
Por estas razones nuestros fisioterapeutas utilizan la diatermia como complemento para la recuperación de los pacientes. Con esto consigue acortar el número de sesiones necesarias y, por tanto, también el tiempo de recuperación.
El principal objetivo de utilizar la diatermia en fisioterapia es poder estimular el proceso de regeneración, elevar el metabolismo y favorecer la respuesta del organismo.
¿Con qué patología se usa?
Una de las importantes características de la diatermia es que se puede utilizar en una gran variedad de patologías. Pero principalmente se utiliza para:
- Lesiones musculares.
- Dolores crónicos.
- Disfunciones de suelo pélvico.
- Tendinopatías.
- Esguinces.
- Cicatrices.
- Suelo pélvico.
- Disfunciones Capsulo-ligamentosas.
Beneficios de la diatermia
Al igual que la diatermia se puede utilizar en muchas patologías, son múltiples los beneficios que tiene. Entre todos ellos podemos destacar:
- Mejora la movilidad articular.
- Tiene efecto analgésico, reduciendo así el dolor.
- Reduce la inflamación.
- Relaja la musculatura.
- Favorece la eliminación de toxinas.
- Drenaje linfático.
- Readaptación deportiva.
- Mejora la cicatrización y regeneración de tejidos.
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